Fuimos muy felices al poder volver a abrir nuestras puertas y encontrarnos nuevamente.
Nos despedimos de los lugares habitados por los nenes/as de Sala Verde y las Salas Amarillas durante todos estos años, como las salas, el parque, los pasillos y también de sus compañeros, compañeras y docentes.
Nuestro Jardín es un espacio de sostén y de cuidado, un lugar dónde ocurre no sólo el aprendizaje curricular, sino también el aprender a convivir, a ser empáticos, a esperar los tiempos de espera, a jugar, a compartir y tantas cosas más.
Agradecemos a Jesús y a María por ser nuestra guía y acompañarnos con su luz en cada paso.
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