Nosotros Creemos
En una comunidad educativa
Participativa, solidaria, abierta y comprometida;
Que privilegie la afectividad, el respeto por el otro y el compromiso.
Que pueda construir entre todos con responsabilidad el proyecto institucional
con objetivos claros, consensuados y realizables.
Con obligaciones y derechos, donde el decir, sentir y hacer sean coherentes,
que sea capaz de ser agente de cambio, creativa y evangelizadora.
Transformadora de realidades, comprometida en los valores, abierta al diálogo
y guiada por el Espíritu.
En una educación
Transformadora, personalizada, liberadora.
Que permita la formación integral.
Que apunte a las capacidades.
En un docente
Creativo, solidario, abierto a los cambios
comprometido, responsable e idóneo.
Agente de cambio, transformador e investigador
En un alumno
Crítico, solidario y comprometido con la comunidad,
que valore el trabajo.
Que sea protagonista de su propio destino.
Reflexivo, creativo y responsable.
Nosotros creemos
En un ser humano solidario y abierto hacia lo diferente,
dentro de la unidad
Que las situaciones de conflicto son fuentes de cambio.
Que es posible sostener nuestra identidad frente a la crisis.
¡Que todo puede mejorar,
Compartiendo camino y aprendiendo juntos!.
Breve reseña de la institución
Las religiosas del Sagrado Corazón, congregación fundada por Santa Magdalena Sofía Barat y consagrada a la educación desde el año 1800, comienza su tarea en Castelar en 1935.
Abre sus puertas a la comunidad vecinal, ofreciendo educación primaria, talleres de labores y de manualidades. Funciona en el mismo edificio el noviciado de la Congregación. Incorpora luego en ciclo secundario, en la modalidad de magisterio, y en el año 1966 comienza también el bachillerato nacional.
En el año 1991, las religiosas ceden la gestión educativa al Movimiento de la Palabra de Dios, que con generosidad y entusiasmo continúan su labor hasta febrero de 2003.
A partir de este año, un equipo de laicos, pertenecientes a la fundación Siloé, animado por el carisma que Santa Magdalena Sofía dejara a las religiosas del Sagrado Corazón, asume la conducción del establecimiento.
Reafirmando nuestra opción como escuela católica, somos una institución educativa-evangelizadora, que apunta a la promoción total de la persona, trabajando en la formación integral de niños y jóvenes.
Se inserta en la pastoral educativa de la Diócesis de Morón, está adscripta a la red de educación formal de los colegios de la Sociedad del Sagrado Corazón y desarrolla la escolarización de sus alumnos en concordancia con las pautas establecidas por el sistema educativo provincial.
La concepción acerca de la educación, que tenía su fundadora Santa Magdalena Sofía Barat, inspira hoy nuestro proyecto educativo institucional: formar personas que, desde un proyecto evangélico, sean agentes de su propio crecimiento, capaces de transformar la sociedad, mejorarla y reconstruir el tejido social.
Deseamos ser espacio y camino, para descubrir y manifestar el Amor del Corazón de Jesús en la realidad histórica que vivimos, trabajando con nuestros alumnos en:
- Un nivel académico adecuado que les posibilite integrarse en el medio social, laboral, económico y político.
- Modelos y alternativas para desarrollar su capacidad de elegir y adaptarse activamente a la realidad.
- Un trabajo integrado con las familias y en apertura a la comunidad.
- Espacios de oración, celebración y reflexión.
- Una opción preferencial por lo más pobres, que en actual contexto nacional y mundial nos exige un compromiso cotidiano.
Este proyecto educativo, es el fruto de un trabajo comunitario, realizado por los distintos estamentos educativos institucionales.
Personal del Sagrado Corazón – Castelar
Año 2003
Lineamientos Básicos de la Formación en Siloé
Visión
Sagrado Corazón – Castelar es una institución educativa de la Asociación Civil Instituto Siloé, con inspiración humanista-cristiana, de marcado compromiso social, que ofrece un proyecto pedagógico centrado en cuyos principales tópicos son:
Educación situacional
Hombre – Mujer situado – existente, relacionado con otros hombres, con las cosas, consigo mismo, con Dios.
La razón de su existencia se logra en la medida en que conquista sus espacios vitales y se proyecta desde ellos hacia nuevos horizontes.
Mujer – Hombre que se desarrolla como persona en consonancia con su mayor capacidad de elegir plena y responsablemente.
Mujer – Hombre de la cultura con actitud activa.
Mujer – Hombre constructor de nuevos lugares donde compartir sirviendo, haciéndose misión en el cumplimiento de su vocación.
Las estrategias de aprendizaje hacen al contenido … el contenido esta en las acciones.
El conjunto de las acciones durante el proceso de enseñanza aprendizaje reciben nombre a través del contenido curricular.
La experiencia como motor del aprendizaje supone favorecer la construcción de escenas donde sus protagonistas se transforman mutuamente en la construcción de saberes.
Promovemos un aprendizaje que vehiculice a la totalidad de los actores del proceso.
El desarrollo de los contenidos programáticos de cada asignatura no es más que el ordenamiento de diferentes experiencias de aprendizaje.
Los contenidos de aprendizaje son mediaciones de la intencionalidad educativa
Los contenidos de aprendizaje son una manera de denominar la realidad que vivimos a diario. Quien no analiza y se cuestiona la vida, no puede nombrar, solo accede a repetir.
Las mediaciones educativas son expresión del conjunto cultural que en la escuela toman el nombre de contenidos curriculares. La cultura, la identidad, llega a las aulas a través de ellos.
Quien no aprende a descubrir su lugar en una cultura no puede reconocer como propios estos contenidos.
El vínculo pedagógico es el motor de la acción educativa.
El saber es contenido por alguien que lo comparte a través de la acción educativa.
El alumno se vincula con una persona que se apropio del conocimiento.
El docente es quien transitó la pregunta para poder compartir las respuestas que la ciencia le ha ofrecido.
El vínculo es entre personas que cumplen diferentes funciones pero que tienen una misma misión: hacer ciencia.
La relación docente – alumno en el aula es la expresión de los logros pedagógicos alcanzados. Sin vínculos no hay apropiación de los contenidos de aprendizaje, solo habrá repetición.
La acción educativa no esta a la espera de la demanda de aprendizaje, se hace encuentro constante que favorece la vida en el intercambio de saberes.
Las relaciones, los vínculos son la base de la promoción de la salud en la vida de los actores del proceso de enseñanza aprendizaje.
El aprendizaje – servicio es una manera de expresar el proyecto educativo integral de la institución.
El proceso de enseñanza aprendizaje encuentra su sentido cuando quien aprende llega al saber hacer.
El saber hacer se resignifica en el destinatario de estas prácticas.
El servicio a la comunidad orienta el deseo y la modalidad de los aprendizajes.
El aprendizaje-servicio dinamiza toda propuesta escolar porque supone la revisión de los diseños curriculares, la interacción entre áreas y una mirada – acercamiento distinto a la comunidad.
Hacer ciencia en el aula es promover el desarrollo del conocimiento
Entendemos por ciencia a la manera que tienen los hombres de vincularse con la realidad para hacerla propia y de esta forma transformarla según sus necesidades.
La Escuela introduce en el lenguaje científico porque promueve el deseo de conocer.
Quiere conocer quien se hace cargo de sus preguntas. Sin interrogación no hay posibilidad de construcción del aprendizaje.
El aula es un espacio para la acción científica. Toda actividad escolar es producción científica.
Desarrollar la conciencia histórica hace a la transformación del medio donde vivimos.
Queremos educar para transformar.
La escuela es un espacio
Para descubrir el medio donde vivimos.
Para reconocer las potencialidades y dificultades de este medio.
Para invitar a comprometerse en este contexto.
La transformación solo es posible si nos comprometemos con otros en la búsqueda del bien común.