En este quinto día, te proponemos reconocer al silencio del Corazón de Jesucristo que se refiere a la capacidad de escuchar la voz de Dios en la paz interior, dejando de lado el ruido y las preocupaciones del mundo. Vivamos un momento de contemplación en el que se podamos experimentar la presencia de Dios en la propia alma.
Oración:
Jesucristo, ayúdame a reconocer en mí y en los demás la gracia de la fe, la esperanza y la caridad.
Sagrado en vos confío. Amen.