En este octavo día nos reconfortamos en el ardiente amor de Dios y la salvación de las almas, que se manifiesta en su vida diaria y en su pasión por llevar a cabo la voluntad de su Padre.
Oración:
Sagrado Corazón de Jesús, fuente inagotable de amor y compasión, te ruego que renueves en mí el celo que te llevó a dar tu vida por la redención de la humanidad. Que mi corazón se llene de tu fervor, de tu pasión por llevar la luz de tu verdad a todos los rincones del mundo. Enséñame a amar a Dios sobre todas las cosas, y a amar a mis prójimos como a mí mismo, imitando tu amor incondicional y tu compasión infinita.
Sagrado en vos confío. Amen.